S3x0 con una amiga de la iglesia

Para proteger la identidad de esta persona la llamaremos: Pepita

Pepita es una chica linda, alegre y muy amigable, la conocí en mi iglesia local. Muchas veces traté de llamar su atención cortejándola, pero desistí de seguir intentándolo cuando descubrí su comportamiento coqueto con los demás (aparte tenía novio) Me confundí con ella y desistí.

Pero un día todos los jóvenes de mi iglesia fuimos a un retiro espiritual en Bogotá, en los 3 días que estuvimos allí, sentí con ella una química que nunca había experimentado, nos agarrábamos de las manos, nos besábamos los labios. Esta hermosa situación duro un parpadeo, ya que al momento de terminado el retiro, note un distanciamiento de parte de ella (frialdad), recuerdo esa música de despecho que colocaba el conductor en la madrugada.

Después de aquello, esta chica venía a la iglesia de vez en cuando y casi no hablaba conmigo. “Recordemos que ella tenía un novio, desde que salió del colegio y siempre lo tuvo”.

Dirigiéndonos a la actualidad, ella hace poco me escribió un mensaje: «Hola, felicidades que la pases bien este día» Entonces decidí inventarme un plan para salir con ella (Invite a mi hermano también).

Índice del artículo:

Un nuevo intento de cortejo
Haciendo una propuesta sexual

Un nuevo intento de cortejo

Llego la tan anhelada hora cuando mi hermano la trae. Nos pusimos a hablar los 3 de todo un poco. (Preguntando novedades sobre ella).

Después de conversar unos minutos, decidimos que sería una buena idea comer unos helados, en el camino regreso a casa, recuerdo que le dije: ¿aun sigues con tu novio?, a lo que ella me respondió: No, pero al mismo tiempo me advirtió que le incomodaba seguir hablando del tema (No puedo negar que se me subió el ánimo escuchar eso).

Ya estando en mi casa, mi hermano se fue a trabajar, mi mamá y mi abuela no se encontraban, mi hermanito menor si se estaba, pero concentrado y distraído en el computador y es lo mismo como si no estuviera.

Así que la emetí a la casa. Como tenía el cuarto ordenado, decidí que viéramos alguna película que estuviera en la tv, después de una pequeña búsqueda coloque una película de terror. «Son las mejores para tener sexo» Pensé.

Comenzó la película y todo fue normal, nos sentamos en un lugar de la cama, me sentía algo nervioso pero me acercaba a ella poco a poco, se sentía como el ambiente se tornaba mas excitante más erótico.

Haciendo una propuesta sexual

Recuerdo que lo pensé más de 10 veces, mi corazón latía demasiado rápido y le dije:

—Pepita, ¿le puedo decir algo?

Ella: (me mira fijamente)

Yo me le acerque al oído y con una voz de susurro, le dije:

—Sabes una cosa, siempre me has parecido una mujer muy linda, muy sexy.

(Se notaba que mis palabras la ponían nerviosa).

—Y siempre me he preguntado a qué saben tus besos.

—Me achantas con lo que dices (se puso a reír), no saben a nada mis besos.

—Desde el momento que fuimos al retiro, me lo he preguntado.

— Esta bien, pero solamente va a ser uno.

— ¿Y si quiero más?

—Solo tráeme un poco de agua (estaba nerviosa).

Se tomó el agua, me senté junto a ella, le coloque mi brazo encima de su hombro y ella entendió el mensaje.

Ella: No lo malinterpretes.

Nos acercamos el uno al otro y empezamos a besarnos como si fuéramos novios de toda la vida, ella me besaba con unas ganas, lo disfruté un montón.

Ella: Fue el beso más largo que me han dado.

Después de un rato viendo la película y comerciales, vuelvo y me le acercó al oído

—Pensándolo bien, no besas nada mal, me gustó bastante. (La beso en el hombro y voy subiendo a su boca).

Ella: No quiero una relación.

—Yo tampoco deseo eso.

Otro beso, pero está vez más intenso que el primero, ella ponía sus manos sobre mi espalda y yo detrás de su cabeza.

Luego empecé bajando mis besos a su cuello, a veces la besaba otras veces jugaba con mi lengua, ella lo disfrutaba, podía escuchar sus agradables g3midos.

Intenté besarle los s3nos, pero ella me ponía resistencia, así que volví a besarla y me hice encima de ella, luego de esto empecé a frotar mi entrepierna sobre la suya, pero con la ropa puesta, haciendo movimientos como si estuviera pen3trándola, hago esto por unos 5 minutos.

Ella gemía más seguido, por lo que pensé que era hora de intentarlo de nuevo.

Le dije al oído con voz excitada:

— ¿Puedo besarlos? Se ven tan bonitos eso senos, solo será una lamida nada más.

Abro su camisa botón a botón, sin afanes, veo sus lindos pezones, de inmediato empiezo a lamerlos y a succionar con fuerza.

Luego de unos 10 minutos, ella alejó mi boca de sus pezones y empezó a abotonarse la camisa, seguimos besándonos y haciendo el amor con ropa.

Tuvimos que parar, ya que se hacía un poco tardé y ella tenía que volver a su casa.

Continuará...